Acceder a un crédito debe representar la oportunidad de crecer y progresar en nuestras metas, objetivos o mantener nuestras finanzas en buen estado. Son también una oportunidad de hacer uso de un recurso en el tiempo presente, que nos permita acceder a beneficios personales o de negocios.
Toda persona o negocio, en alguna etapa de su crecimiento, puede necesitar un financiamiento. Y por ello, existen varias opciones que se pueden adaptar a las necesidades más apremiantes.
Antes de solicitar un crédito, es importante conocer los siguientes datos para evaluar su conveniencia comparada con las necesidades de nuestro negocio:
- Costo total del crédito. Es la cantidad de dinero total que terminarás pagando por el financiamiento menos la cantidad recibida. Lo obtienes sumando todos los conceptos de pago y luego se los restas al capital.
- Pago. Es la cantidad que deberás pagar durante todo el plazo del crédito para devolverlo. Es muy importante que no exceda el 30% de tus ingresos para que lo puedas cumplir sin problemas.
- Tasa de interés. Es el precio acumulable de obtener un capital en un tiempo determinado. Significa el extra que pagarás por un crédito. Este interés puede ser de tasa fija o variable, es decir que pueden mantenerse fijo durante el tiempo convenido o puede variar por índices económicos externos.
- Comisiones por apertura para la formalización del préstamo y que cubren gastos de gestión.
- Plazo del crédito. Es el tiempo en el cual deseas manejar la deuda. De su extensión depende la tasa de interés.
- Costo Anual Total (CAT): es el total que deberás cubrir para salir de la deuda. Considera intereses, comisiones y otros accesorios que se paguen durante el plazo del crédito.
A continuación te nombraremos los tipos de crédito más recurridos por personas físicas o morales.
Tipo de crédito en función del origen
De acuerdo a su origen, los créditos pueden clasificarse en:
Crédito financiero
Otorgado por una institución financiera que permite la disposición de un recurso que puede usarse en parte pagando sólo los intereses del monto aprovechado. Este tipo de crédito son personalizados y estructurados según las necesidades y características del solicitante.
Crédito de proveedores o comercial
Es el aplazamiento en el pago que las empresas o cualquier individuo que tenga intereses en el negocio (stakeholders) conceden a sus clientes en una transacción comercial de compra/venta de bienes o servicios. Es decir, si tú como cliente compras un determinado bien a una empresa (proveedor) y acuerdan que se efectuará el pago a 60 días, el proveedor te otorga un crédito comercial sin intereses.
Tipos de crédito en función del destino
Los créditos en función de su destino son:
Crédito con destino específico
Se usan para financiar un proyecto a largo plazo, el cual le permite invertir a la empresa en diversos activos o para crecimiento, algunos ejemplos son: créditos automotrices, hipotecarios, empresariales, de capital de trabajo, etc.
Crédito sin destino específico o al consumo
Se usa para cubrir aspectos o necesidades personales que pueden ser algún bien o servicio. Lo usan generalmente las personas físicas.
Los créditos al consumo pueden ser solicitados bajo los siguientes instrumentos:
- Tarjeta de crédito: consiste en recibir una cantidad máxima y específica que puedes usar en un periodo de tiempo y que determina tu línea de crédito. Cada vez que pagas con tu tarjeta, tu línea se reduce y mediante tus pagos frecuentes recuperas el total. Por eso se conoce como un crédito revolvente. Es emitida generalmente por una institución bancaria.
- Crédito de nómina: es un préstamo que se basa en los ingresos mensuales que te paga la empresa para la que laboras. Tu salario es el respaldo de dicho préstamo.
- Crédito personal: puede ser de uso más diverso y puede ser dirigido para distintos propósitos: abrir un negocio, pagar una boda o un viaje, emergencias médicas, etc.
Los créditos son un compromiso que, bien cumplido, nos permitirá acceder a un mejor financiamiento en el futuro, con mejores plazos y tasas de interés.
