¡Hola! ¿Tienes unos minutos para hablar de tu historial crediticio?
A veces recordamos a nuestros padres y pensamos que el ahorro, la mesura y la disciplina son herramientas suficientes para la superación y para enfrentar cualquier imprevisto de dinero en nuestra vida cotidiana. En ocasiones, debemos admitir que nos aterra la idea de endeudarnos y no sabemos de dónde partir para encontrar la solución adecuada a nuestros problemas financieros. Sin embargo, la situación económica del país, los altos costos de la vida y las emergencias imprevistas a veces nos obligan a mirar hacia un camino conocido: solicitar un crédito.
En medio de la contingencia por la Covid-19, según datos de la CNBV, en febrero de 2021 había 27 millones 499,172 tarjetas de crédito dispersadas por los bancos y el Índice de Morosidad Ajustada (IMORA) de las tarjetas de crédito fue de 17.93% en promedio, pero en enero alcanzó su nivel más alto registrado, de 17.95%.
Tomar un crédito puede ser una opción positiva siempre y cuando evaluemos y planifiquemos nuestro presupuesto. Para eso partimos de nuestro historial de crédito, nuestra carta de presentación ante una institución bancaria o sociedad financiera.
¿Qué es el historial crediticio?
Se trata del informe emitido por una entidad especializada donde se detalla qué tan bien nos hemos portado pagando nuestras deudas. Este “curriculum” es necesario cada vez que solicitamos un préstamo, una tarjeta de crédito, financiamiento para auto, hipoteca o cualquier otro tipo de financiamiento. En este documento aparece nuestro historial de deudas, créditos que hemos solicitado, cómo lo estamos pagando, etc.
En general, este registro demuestra si eres “buena o mala paga”. Así de simple.
¿Quién comparte la información que forma mi historial crediticio?
Este historial se basa en la información de dos tipos de entidades:
- Instituciones financieras que te dan créditos (bancos, sociedades financieras, apps de créditos, Infonavit, créditos fiscales, etc.)
- Prestadoras de servicios (servicios de televisión, planes telefónicos, tiendas departamentales, incluso CFE, etc.)
¿Dónde se recopilan los detalles de mi historial crediticio?
Nuestra información crediticia es almacenada por las llamadas Sociedades de Información Crediticia que en el caso de México, son dos:
- El famoso Buró de crédito
- El menos famoso Círculo de crédito
Estas sociedades están dadas de alta ante el gobierno mexicano, que les autoriza almacenar y compartir tus datos con empresas y organismos que estén evaluando otorgar algún crédito.
Esta es alguna de la información que guardan de nosotros:
- RFC
- Direcciones (la que registramos en cada contratación de servicios)
- Cantidad de préstamos que hemos recibido
- Estado civil (no es lo mismo ofrecer créditos a alguien soltero que con familia numerosa)
- Cómo pagamos cada una de las deudas por mes.
El estado de salud de nuestro historial crediticio es responsabilidad nuestra, sin embargo, existen algunas ideas preconcebidas y prejuicios respecto a cómo funcionan estas sociedades financieras y su función de ser “policías del crédito.”
Cuando escuchas conceptos como “historial crediticio” o “Buró de crédito” seguro vienen a tu mente cosas que “se dicen” o que has escuchado y has integrado a tu conocimiento general sobre el mundo del crédito.
A continuación vamos a ver algunos de esos mitos comparados con la realidad del historial crediticio y el lugar que tiene el Buró de crédito en nuestras vidas.
Mito # 1 El Buró de crédito es del gobierno que quiere cobrarnos más.
Realidad: Como comentamos unas líneas arriba, el Buró de crédito es una empresa privada que reúne información bancaria de todos los solicitantes y deudores de créditos. No pertenece a ningún organismo de gobierno y no hará que te cobren más impuestos.
El Buró de Crédito (o el Círculo de crédito) comparte tu información con las empresas o entidades responsables de ofrecer créditos. No significa que el estar registrado sea malo, sino quiere decir que ya tienes experiencia en créditos.
Recuerda, en el Buró de Crédito se encuentra la información de todos los que hemos recibido un crédito alguna vez.
Mito #2 Si estás en el Buró no te van a dar crédito en ningún lado.
Realidad: Estar en la lista de alguna de las Sociedades de Información Crediticia no implica inmediatamente una restricción al acceso a créditos.
Desde el primer instante en que pagas un crédito, tu nombre y comportamiento de tu historial permanecen registrados y con base a la información, son las instituciones de crédito quienes deciden si te lo otorgan o no.
Claro que si pagas a tiempo tus cuentas eso te dará buena calificación en Buró y las instituciones estarán encantadas de darte un crédito, sin embargo, cuando tienes atrasos por muchos días eso disminuye tu calificación e incluso cuando recurrimos a una “quita”, que es el pago de una cantidad única para eliminar deudas por créditos antiguos, esto queda en nuestro historial y aunque ya pagamos puede hacer que la institución se lo piense dos veces antes de darte un crédito.
Mito #3 Si tienes un mal historial crediticio, estarás en el Buró para siempre.
Realidad: Nuestra información crediticia permanece en la base de datos del Buró de crédito al rededor de 6 años a partir de la fecha de liquidación.
Cuando liquidamos un crédito la información se actualiza en un plazo de 10 días, siempre y cuando la institución lo reporte.
Si tienes cuentas atrasadas, entonces dependiendo del monto será el tiempo que tarde en quitarse del reporte de Buró. Los créditos con adeudos más o menos de $2,260 se eliminan después de dos años; más de $ 4, 520 se eliminan después de 4 años; estos plazos comienzan a correr a partir de la primera vez que el Otorgante reportó los créditos con un atraso o desde la última vez que se actualizó a Buró de Crédito información sobre ellos.
Los datos de tus créditos con adeudos mayores a 1000 UDIS se eliminan al cumplir 6 años en la base de datos de Buró de Crédito siempre y cuando:
- Sean menores a 400 mil UDIS, más o menos, $ 1.7 millones de pesos.
- El crédito no se encuentre en proceso judicial.
- No hayas cometido algún fraude en tus créditos.
Es importante conocer el estado actual de nuestro historial crediticio y observar si existe algún error en el registro. En el Buró de crédito tienes derecho por ley, a consultar gratis 1 vez al año el Reporte de Crédito.
Mito #4 Si liquido mi deuda el Buró de crédito “me borra de su lista negra”.
Realidad: Primero que nada, recuerda que no es una lista negra, solo es un registro de comportamiento. Y no, no te borra de la lista, si liquidas tu deuda no se elimina el registro sino que se actualiza para reflejar que ya no debes. Si pagaste en tiempo y forma será genial que te muestre como una persona cumplidora, si tuviste atrasos pero ya pagaste demostrará que aún con dificultades tuviste la voluntad de pagar.
Mito #5 El Buró de crédito aprueba o rechaza las solicitudes de crédito.
Realidad: Es cada institución crediticia o comercial la que decide al final si te da un crédito y con qué condiciones.
Un buen historial de crédito te puede ofrecer beneficios y es importante que la consideres antes de dar el paso hacia una deuda. Muchas instituciones clasifican a los solicitantes de acuerdo a su calificación en el Buró de crédito, si tienen muy buen historial les otorgan mejores tasas, plazos más amplios o mayor cantidad de dinero, si su historial es regular quizá limiten el monto del crédito y si su historial es deficiente podría ofrecer tasas y comisiones más elevadas. Al final, es decisión de cada empresa.
Mito #6 Es complicado conocer mi historial crediticio en el Buró.
Realidad: Puedes revisar tu historial crediticio en la página oficial del Buró de crédito.
Una vez al año puedes consultar tu Reporte de Crédito Especial de forma gratuita. Si necesitas checarlo nuevamente durante el mismo año, puedes obtenerlo con un costo aproximado de $35 pesos. Para que además del Reporte puedas conocer el Score (puntuación) que tienes, debes solicitar Mi Score que tiene un costo de $58 pesos.
Es muy fácil, solo debes acceder a la página de Buró de crédito y poner la información que te pide.
Mito #7 La vida es mejor sin usar crédito.
Realidad: La verdad es que contar con un crédito o una tarjeta no puede ser calificado como bueno o malo.
El crédito es un instrumento que otorga beneficios de financiamiento, es decir, te permite disfrutar de un bien antes de pagarlo. Dependerá de tu situación financiera y de tu comportamiento si te aportará ventajas o desventajas hacer uso de él.
Como decía el tío Ben, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" así que será tu responsabilidad informarte de los productos de crédito y de las empresas que lo ofrecen, evitar el engaño psicológico que provoca una tarjeta de crédito pues podrías pensar que es una extensión de tu sueldo, no dar prestada tu tarjeta y comprar solo lo que puedes pagar.
¿Quieres saber qué hacer para tener una buena salud crediticia? Vamos a echar un ojo a estas medidas.
9 consejos para cuidar la salud de tu historial crediticio
1. No pienses que el crédito es ilimitado.
Contar con una tarjeta de crédito en la mano, nos permite acceder muy fácilmente a productos o servicios. ¡Pero cuidado! Debemos revertir este auto engaño y pensar con claridad en lo que gastaremos, no es gratis, ¡tendrás que pagarlo!
2. Cuida que tu deuda no pase del 30% de tus ingresos.
Es recomendable que el monto de tu deuda no sobrepase el 30% de tus ingresos. Con esto en mente puedes definir un presupuesto y llevar bien las cuentas. Por ejemplo: si tu sueldo es de $10,000 al mes cuida que lo que destinas a deuda no sea más de $3,000 mensuales.
3. Domicilia tus pagos fijos.
Una buena práctica crediticia es domiciliar los pagos mensuales fijos como el teléfono, la luz, internet, etc. Como son pagos constantes y dentro de tu presupuesto, te ayudarán a mantener un buen historial crediticio, evitará multas o recargos por olvidarte de pagar. Eso sí, revisa cada mes tu estado de cuenta para verificar que no te hayan cobrado de más.
4. Considera realizar gastos fuertes lo más lejano que puedas a la fecha de corte.
Usa el tiempo a tu favor para administrar mejor el pago de tu deuda. Por ejemplo, si tu fecha de corte es el 9 del mes espera al 11 para realizar una compra fuerte, así no se te cobrará en el mes en curso sino hasta el próximo y tendrás más días para reunir el dinero de tu pago.
5. Haz un presupuesto de los gastos hormiga.
Los gastos hormiga pueden ser nuestro mayor enemigo, ya que son pequeños pagos que hacemos de forma frecuente pero no solemos llevar registro de ellos, al final termina siendo una gran cantidad. Es muy recomendable incluirlos en el presupuesto, así te darás una idea de cuánto estás gastando en ellos y si vale la pena.
6. Ahorra para los períodos difíciles.
No está de más contar con un fondo de emergencias. En caso de que te quedes sin empleo, salgas de incapacidad o no cobres lo que esperabas, podrás cumplir con tus compromisos de créditos para que no se conviertan en una carga.
7. No dispongas de efectivo por medio de la tarjeta de crédito.
Idea cara, con muchos intereses y que tampoco deja un mensaje positivo en nuestro historial.
8. Cuidado con los meses sin intereses.
Recuerda que el crédito puede ser una trampa si nos dejamos llevar por compras innecesarias. Y los meses sin intereses ¡no son promociones!
9. Jerarquiza tus deudas.
Realiza un esquema y ordena de mayor a menor importancia tus deudas. Realicemos un plan de pagos de acuerdo a información real de nuestros ingresos y nunca perdamos de vista nuestro compromisos. Prioriza las deudas que te generen más intereses.
Esperamos que esta información te haya sido de utilidad, recuerda: el Buró de crédito no es una lista negra, haz que sea tu mejor carta de presentación.